El coronavirus como síntoma del capitalismo.
Estos enfermos habrán muerto de capitalismo y no tanto de coronavirus, al igual que tantos otros contagiados en países pobres africanos, asiáticos y latinoamericanos en los que las carencias médicas, infinitamente mayores, son también por causa del capitalismo y su lógica de saqueo, expoliación, comercio inequitativo, enriquecimiento de unas regiones a costa de otras, colonialismo y neocolonialismo, imperialismo y distribución desigual de la riqueza. El mismo capital hará que los contagios y las muertes por coronavirus se distribuyan desigualmente, injustamente, entre quienes pueden confinarse y quienes deben trabajar para sobrevivir, entre quienes van en automóvil y quienes deben usar el transporte público, entre quienes poseen amplios espacios para vivir y quienes viven hacinados en rincones estrechos e insalubres, entre quienes duermen en casa y quienes pasan la noche en la intemperie, entre quienes tienen y no tienen agua corriente, entre quienes están bien alimentados y quienes están desnutridos, entre quienes están sanos y quienes tienen alguna de las innumerables enfermedades ligadas con la pobreza, entre los que podrán y los que no podrán contar con atención médica, etc.